Consejos para comer bien en carretera
Cada vez dedicamos más tiempo libre a conocer los maravillosos y variados rincones de la geografía española. Nos encanta la idea de ponernos al volante y hacer escapadas que nos den un respiro en nuestro día a día.
¿Un destino largo? No importa, paramos a comer algo en el camino. Un gesto muy sencillo que, bien planificado, puede ser todo un plus. Precisamente por ese motivo hemos preparado para ti unos sencillos consejos que te ayudarán a comer bien en la carretera y, ya de paso, a descubrir pueblos que de otra forma no conocerías.
Los atracones, mejor en destino
Las carreteras están plagadas de restaurantes con llamativos carteles anunciando sus excelentes asadores o sus exquisitos platos de cuchara… Olvídate de ellos. Lo peor que puedes hacer, si vas a conducir después, es darte un atracón a base de fabada, cocido o chuletón. Aumentará tu somnolencia y tus reflejos y concentración se verán peligrosamente mermados.
Toma mejor una ensaladita o algún plato de verdura o pescado ligero y, en lugar de un postre pesado, pide algo de fruta, café o té. Ya te resarcirás en la cena. Y siempre que pueda ser, intenta respetar tu horario de comida habitual, tu cuerpo te lo agradecerá.
Los desvíos son tus aliados
Normalmente solemos comer en las clásicas estaciones de servicio a orillas de la carretera. Paramos a repostar y, ya que estamos, comemos. Con una buena planificación, en lugar de quedarnos a pie de la autovía, podemos incluir en nuestra ruta algún pueblecito con encanto, de los que tanto abundan en España, que nos deleite la vista a la vez que nos ofrezca restaurantes donde darle un capricho a nuestro paladar.
En la A2, dirección Barcelona, podemos parar en Guimerá, un bellísimo pueblo de Lleida en cuyo restaurante Sant Jordi hacen una escalibada de lujo. Y si tienes que pasar por Jaén, merece la pena desviarse hasta Santa Elena para comer en el Mesón de Despeñaperros, un rincón gastronómico de referencia donde saborear la deliciosa cocina mediterránea a la vez que te deleitas con las espléndidas vistas de la sierra.
¿Franquicias? ¡No, gracias!
Si finalmente decides calmar tu apetito sin desviarte del camino, no te quedes en la primera estación de servicio que encuentres, la mayoría pertenecen a franquicias e inflan demasiado los precios.
Es mejor elegir un restaurante de cocina tradicional, de los que te hacen sentir como en casa nada más cruzar la puerta. En el kilómetro 156 de la autovía Murcia-Cartagena se encuentra el restaurante Venta el Puerto 1, un claro ejemplo de comida de las de toda la vida con una carta muy amplia y donde cualquier elección es un acierto. Por supuesto, las verduras son una de sus especialidades.